Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

miércoles, 5 de junio de 2013

123 días sin nosotros.


Escribir cuando estoy triste. Y ¿para qué? Siento que me pesa este cuerpo mío, que a veces deja de funcionar para volverse un ser inerte. Mi mundo debe esperar. Siempre esperar. Y esperar. Y después de esa espera volver a hacerlo. Ese nosotros que antes éramos. Todo aquello que nos diferenciaba de los demás. ¿Se ha perdido? Dime, ¿dónde está?, por favor. Me da miedo hacerme la pregunta de si seguimos siendo ese nosotros. Y si no es así, si lo volveremos a ser. Cansancio y miedo. No ver más allá. No pensar. No sentir. Mejor dejar pasar el tiempo, volverse de piedra y esa dureza manchada de tierra enfrentarla a los días que llegan. A esas esperas. Intento no tener conmigo ese miedo que me persigue. Inerte, pequeña, sin luz. ¿Dónde está mi valentía? Que alguien me la devuelva, por favor. Supongo que ahora escribo porque estoy triste, tal vez hueca con sensaciones que quiero aplacar y no sé cómo. Siento que me pisoteo, que no me valgo. En cambio, apuesto por este nosotros y por ti. Pero no por mí. Y duele. Aunque no quiera sentirlo, pero sí. Duele sentir que nadie te coge la mano. Ojalá sintiera que estamos en un mismo camino, ojalá creyera que no te has apartado de él. Ojalá mi corazón no pensara que has dejado de sentir como antes. Tengo miedo. Apuesto, intento estar. Estar ahí, incondicionalmente. Pero me siento sola. No correspondida…  por momentos. Otros instantes hay algo que revive en ti, otros tantos no. Tengo miedo. Intento ganar ese miedo a mi favor y volverme cada día con una sonrisa. ¿Es necesario? ¿Está siendo necesario? Yo al menos lo necesito. ¿Dónde está tu dulzura? También la necesito. Necesito quererte para ser feliz. Pero eso sí, necesito que me quieras. Y que lo hagas cada día.


Nos necesito. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario