Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

miércoles, 17 de julio de 2013

La historia en la que todo ocurrió sin querer. Pero queriendo.

Le quería. Fue sin querer. Y sin querer pasaron los días. El tiempo le acercaba a él. A su aliento. A su piel. Y sin querer descubrió qué decían sus ojos. Decían que nunca se habían muerto de amor. Y que ése día era la primera vez que veían esa ráfaga de luz. Por fin veían luz. Fue sin querer como esta niña se hizo mujer. Entre esas noches. Entre ese calor. Cada día ella se despertaba en sus sábanas, sin quererlo a penas, para quererle más. Para agarrarse a esa dulzura que él solía esconder. Tierna y frágil, él le hizo ser una mujer fuerte, allá donde fuera. Se llamaba María y creía en algo. No importaba cómo ni cuándo, pero no dejaba de creer en los dos. En esa magia que sin querer una noche se encendió. Cada noche, María besaba su foto, la de esa noche donde soplaron al viento y avivaron esa magia. Ella besaba y soplaba por ellos. Él se llamaba Daniel.

Él.

Su primer, único y verdadero amor.


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