Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

lunes, 26 de marzo de 2012

Un tres de abril de mil novecientos noventa y siete


Dentro de poco se harán quince años de tu ausencia. Quince años de nostalgia. Quince años de recuerdos. Y es que no recuerdo tu voz. Yo era muy pequeña el día en que desapareciste para no volver. Tengo aquí grabado tu calor. Tengo grabado tu cariño, tu ansia de hacer el bien, de ser mejor persona.
Hace quince años que te fuiste. Quince. Son muchos. Demasiados. La guitarra, la voz y la de tu hermano me regalan tu viva imagen. Cuando respiro y canto alto siento que estás aquí con nosotros. Que cantas a nuestro lado. Necesito oírte cantar. Necesito oírte más allá de una grabación.
Jamás me acostumbraré a tu ausencia. Jamás podré olvidar las palabras de tu hermano cuando habla sobre ti. Jamás olvidaré el dolor con el que vivías. Sabes, creo que te comprendo. Muchas veces siento que nos parecemos más de lo que creemos. Muchas veces siento que en mí también hay algo que me impulsa a abandonar. 
Aunque haya mucha distancia entre nosotros, creo que el día que te fuiste dejaste en mí un resquicio de tu presencia. Y que en cierto modo una parte de mí es tu vivo recuerdo.
¿Dónde estarás ahora? Solo quiero que estés bien. Que seas feliz. Si es así, yo también lo seré.
Hoy cantaré por ti, desde mi impotencia.
Te estimo. 

domingo, 25 de marzo de 2012

Ven


Yo lo que sé es que vivo de otra manera.
Que tal vez la vida siga igual que antes.
Que tal vez la gente siga con sus mismos problemas.

Me vino a visitar la felicidad.
Vino y se quedó.
Un abrazo para que no se vaya,
unas palabras para convencerla
y que me recubra del frío por las noches.

Yo lo que sé es que puedo contar las veces,
que quise besarte en aquella playa
y no tuve los días necesarios.

Mientras las persianas dibujen tu silueta,
junto a mi cuerpo,
me doy por satisfecha.
Pero ven, mézclate entre las sábanas,
conmigo.
Que no pase el tiempo.

domingo, 4 de marzo de 2012

No te preocupes.

Y mañana, ¿quién despegará el sudor de mis sábanas? 
¿Quién me dará un beso en la frente y me contará mil historias al oído? 
Mañana, ¿quién abrazará la costumbre que creamos cuando mi pelo rozaba tu espalda? 
¿Quién será el atrapado al que sonría sin necesidad de contarle nada? 
Mañana nadie estará para cumplir las promesas 
que me juraste la noche que sacamos a bailar a las estrellas.  
La luna pondrá a cada uno en un rincón. 
Y dibujará una gran línea entre ambos.  
Para que nunca nos perdamos. 
Para que cuando tengamos miedo sepamos hacia dónde ir. 
A partir de ahora, 
la línea será la que me dé las buenas noches,
las veces que no te tenga entre mis brazos. 
Así que no te preocupes, que mañana estaré bien.