Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

jueves, 30 de junio de 2011

R.

Hoy te rindo homenaje. Hoy creo en ti. Te siento cerca, te escucho. Sé que eres feliz, que estás inmensamente tranquilo allá donde te hayas ido. Has dejado muchos huecos aquí, has dejado muchas mejillas mojadas de lágrimas por tu ausencia. Nos has visto crecer a cada uno de nosotros. Y tú que sigues tal cual como te fuiste. Espero que tu mente haya encontrado el camino y esté sana. Ya hace muchos años que te fuiste, yo tan solo era una niña, casi ni me acuerdo. Pero te veo en fotos y parece que te tengo cerca, que puedo escucharte. Sabes, la gente no te ha olvidado. Y cuando me refiero a la “gente” no solo me refiero a tu familia; me refiero a todas aquellas personas que las clavaste, ya fuese por tu carácter, por tú compañerismo, por tu sabiduría… Hay tantas cosas que has dejado en todas estas “gentes”. En mí has dejado un eterno afecto, un eterno amor por ti. Por todos los rincones en los que dejaste tu huella. Si te tuviera aquí mismo, si te pudiera tocar, oler y ver, lo primero que haría sería darte un enorme abrazo, naturalmente se me escaparía alguna lagrimilla, he de decirte que soy de lágrima fácil. Y lo segundo que haría sería pedirte que me cantaras una canción. Por increíble que te parezca, tu voz me recuerda tanto a la de tu hermano. A veces cuando le oigo cantar juraría estar oyéndote. Supongo que eso lo llevaréis en la sangre. Me hubiera gustado compartir momentos a la guitarra los tres juntos… Creo que hubiéramos hecho un buen equipo. Yo no llegué a pasar mucho tiempo a tu lado, es más creo que a esas edades uno ni es consciente de quien tiene a su alrededor. Pero eso no quita que no te eche de menos, que no me acuerde de ti. Me gustaría tenerte cerca. Me gustaría sentirte.

sábado, 25 de junio de 2011

Coge las riendas

Intenta aconsejarte que es lo mejor para ti. Intenta avanzar en línea recta sin mirar al suelo (para ver si sigues la trayectoria adecuada). Intenta madurar, cambiar de aires, hacerte dueño de tu propia vida. Intenta decir lo que piensas, lo que eres en realidad. Déjate de prejuicios, de historias que ni existen y vence tus miedos, si es que tienes alguno. No permitas que la gente hable por ti en tu nombre y se haga dueño de tu propia voz, tan solo no lo permitas. Deja verte como eres, alguien importante; no solo un deshecho que tú mismo has querido ser aunque la gente no te viera así. Convéncete que es mejor dejar a un lado las angustias y todos los males habidos y por haber. Convéncete que tienes algo entre manos y no se te puede escapar. Toma aire, aire del bueno, aire fresco. Respira, hazte un poco de hueco en ti mismo, coge fuerzas, ganas y toda la alegría del mundo. Bien, pues ahora demuéstrate a ti mismo de que eres capaz de hacer aquello que te propongas, aquello que sueñas y que quieres conseguir con todas tus fuerzas. Y si no es en un futuro muy cercano será en un futuro digamos que aproximado. Ánimo, hay un camino que tienes que andar a pasos agigantados. A por ello. 


                                                 

jueves, 9 de junio de 2011

Sin él, no.

Me da miedo pensar qué algo va a acabar. Que va a dejar de existir, que no lo voy a poder ver, tocar, oler… Me da miedo deshacerme de las cosas que quiero. Me da miedo decir adiós a alguien.

Se me inunda mi alma y se ahoga de infinitas lágrimas. Intento no derramarlas, pero caen por si solas. Tengo calor y frío, no entiendo qué ocurre. Quiero que se acabe esta pesadilla, que no sea lo que siento, que sea de otra forma. Me parece a veces tan injusta la vida… ¿Por qué? ¿Por qué las personas que quieres se tienen que ir? ¿Por qué no pueden seguir viviendo? ¿O por qué no me puedo ir yo con ellas? A veces intento imaginarme qué pasaría si esa persona siguiera viviendo. Cierro los ojos y me imagino un mundo donde él sigue vivo, donde solo estamos él y yo, donde puedo sentirle, sentir que está vivo, que su corazón palpita… Pero eso solo son imaginaciones, solo eso. Me da rabia, una inmensa rabia tener que aprender a vivir con ello, a levantarme cada mañana y ser capaz de afrontar que no le voy a ver, que no voy a poderle dar un beso de buenos días. Me da tanto coraje que me aferro a mis recuerdos, que me quedo  tan embobada recordándolos que soy incapaz de seguir adelante sin él. No soy capaz sin él, no tiene sentido y menos si no está él para vivir la vida conmigo. Más que no querer, es no poder. Sin él no puedo.