Tú, eres un
nosotros. Yo, soy el miedo a perderte. Mis pulsos dejan de funcionar de vez en
cuando, la cordura se la lleva el viento. Me duele. Me duele por ti. Por ese “nosotros”.
Soy una imbécil. No tengo argumentos para poder convencerte de nada. Sólo… pedirte
que no te vayas. Por favor... Me partiría en dos. Siento darte motivos para
poder hacerlo. Soy una tonta, una retonta. Trato de no pensar, intentar no
sentirme así. Pero me veo frágil y pequeña a tu lado. Lucho con ser fuerte y crecer
para ponerme a tu altura. Pero… en ocasiones vuelvo a sentirme una colilla
tirada en el suelo. No quiero que ocurra. No quiero por ese “nosotros”. No quiero hacerte daño nunca. Nunca en la
vida. En esta que tenemos. Quiero hacerte feliz cada día. Quiero que seamos los
amantes más felices del mundo. Por favor, perdóname.
¿Quererte? Eso es
muy poco, amor mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario