Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

jueves, 24 de marzo de 2011

Scared.


Me ahoga pensar que no habrá otra mañana, que no se oirán niños gritar por las aceras, que no se verán lunas yéndose a las siete de la mañana, que no sonará el despertador nunca más. Me ahoga pensar que nada tendrá sentido, que mi cuerpo habrá envejecido a la vez que mi sonrisa, que mi espacio vital lo habrá ocupado una telaraña, que la risa habrá sido sustituida por el llanto de un niño al nacer, al vivir, al crecer. No me salen las palabras cuando me ahogo, cuando me quedo sin aire o cuando me quedo muda de tanto oírme decir lo acojonada que estoy. Me ahoga pensar que la felicidad habrá muerto a mis pies, que mis temores se habrán hecho aún más fuertes, los muy cabronazos. Pero lo que más daño, temor, pena y tristeza me produce es pensar que puedo seguir viviendo sin apenas sentir que lo estoy haciendo y que mientras existo dejo pasar cada minuto o segundo tontamente sin vivirlo eufóricamente como si cada momento fuera el último que fuera a vivir. Como si fuera a girar la esquina y todo se hubiera acabado y este cuento tan estúpido hubiera llegado a su fin sin comerlo ni beberlo, así tal cual como te lo cuento. Ese es el más grande de los temores.   

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