Dream as if you´ll live forever. Live as if you´ll die today.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Hoy... no consiento.

No me creo nada, no creo nada que venga de ti. No me mientas ni me vendas cualquier cosa que creas que pueda creerme. No seas patético, porque no me creo nada. Por mucho que tú digas, actúes y ejecutes no creo nada, absolutamente nada. Porque sé que ahora te lo crees incluso tú, pero va a llegar un día, tarde o temprano que volverás a mí, a cometer el daño que ya has causado tantas veces. El miedo es lo que quizás me ha hecho ver que no puedo creerte, que no puedo quererte porque no es amor. He podido llegar a odiarte, a desear tu muerte cuando te tenía a menos de un centímetro gritándome, insultándome, pegándome y haciéndome sentir la más mierda de mundo. El miedo a verte, a encontrarte por la calle, me hacen sentir pánico, escalofríos. Por tu culpa no puedo dormir, cuando estoy despierta me imagino que vienes a por mí y aun no sé qué es lo que vienes a buscar porque sabes que no te voy a dar nada. Y cuando duermo, tengo pesadillas, pesadillas contigo. Me has hecho cambiar como persona, como mujer, como madre. Me has hecho sentirme fea cuando no lo estaba, sentirme poco querida por los demás cuando lo estaba, me has hecho sentirme culpable cuando he sido la víctima, me ha hecho sentir mucho pero que mucho dolor cuando no lo merecía. Y con todo esto, pretendes que te quiera como te quise en su momento. Cada día, cada noche, maldigo el día en que te conocí en ese parque. El día en el que un muchacho se me acercó y me dijo que se me había caído la chaqueta. Qué inocente pude llegar a ser, qué tonta y qué rápido me enamore de ti. Como te he podido aguantar, a ti, a tus celos, a tus miradas de odio, a tus insultos. Hoy me he mirado al espejo y no me he podido reconocerme. Me has hecho cambiar, y ahora intento darme cuenta de todo. Desde hace tiempo no te quiero, y hoy por fin puedo decírtelo alto y claro sin sentir ese miedo que me ha estado persiguiendo todo este insufrible tiempo. He aprendido mucho, sobre todo he aprendido a quererme a valorarme y a saber que sola se está a veces mucho mejor. No quiero nunca más tu compañía, porque nunca me creeré que hayas cambiado. La gente no cambia, lo disimula por momentos y en tu caso ni eso. Qué pena para ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario